Si hablamos de rol, hablamos de… el SMN parte 2
Que onda rolectores, el pasado fin de semana se cumplió el primer mes de mis aventuras enlistado en la milicia mexicana como parte del Servicio Militar Nacional. Recuerden que es un deber de todo ciudadano mexicano servir a su país por lo menos un año al cumplir la mayoría de edad. En esta serie de artículos no se busca convenser de nada a nadie, simplemente se trata de relatar las experiencias y los retos a las que un hijo del rol tuvo que enfrentarse.
El segundo fin de semana nos dieron la bienvenida (pero no se espanten, no fue como todos pensamos), fue una ceremonia pequeña, nada fuera de lo común, simplemente algunos de los soldados de alto rango nos dedicaron algunas palabras para conmemorar el inicio de la clase 94; las clases son el año en que nacimos todos los que cumplimos 18 en el presente año.
Después de la ceremonia nos dieron de desayunar e hicimos honores a la bandera otra vez, pues siempre hay que hacerlo; el resto del tiempo aprendimos a marchar alineados, fue un día bastante aburrido.
El tercer fin de semana nos enteramos de que cada vez tendríamos un sargento diferente, las primeras actividades fueron las usuales, pase de lista por secciones, honores a la bandera y pasar al comedor a desayunar, sin embargo esta ves nos explicaron el programa que había que seguir. Lo primero era la instrucción de orden cerrado, es decir, lo que se aprende por secciones, como aprender a marchar y saber sobre las leyes militares; después siguió la educación física. Ésta última es todas las secciones al mismo tiempo.
En la instrucción de orden cerrado, nos enseñaron aparte del paso redoblado, que casi todas las sanciones, por lo menos en la policía militar, se castigan con cárcel, nos mencionaron algunas faltas en las que se puede incurrir y por tanto ser castigado, como el abuso de autoridad y la desobediencia, también se nos dijo que si en algún momento alguien nos obligaba o nos amenazaba para que hiciéramos algo contrario a las buenas costumbres, por así decirlo, fuéramos con cualquiera de los oficiales que estaban ahí, pues es abuso de autoridad; lo cual significa que no hay por qué tener miedo de los soldados, ellos tienen sus reglas y por tanto tienen que obedecerlas, así que no hay posibilidad de que alguno se quiera pasar de la raya.
Otra cosa importante que nos dijeron es que, nosotros como parte del Servicio Militar Nacional, ya somos soldados y estamos dentro de las instalaciones militares, lo que significa que las leyes que rigen ahí también nos rigen a nosotros por lo tanto si incurrimos en alguna falta penada por la ley militar corremos el riesgo de ser tratados de la misma manera y recibir el castigo correspondiente a la falta cometida.
Así que un consejo es: no es tan difícil seguir las reglas, todo en el ejército va por ordenes, así que no te sientas regañado u ofendido por que te den una orden, y sobre todo si asistes al Servicio significa que vas para liberar tu cartilla, no para desafiar a la autoridad y como eres del rango mas bajo todos en ese sitio son autoridad.
El tercer fin de semana, por causas ajenas a mi voluntad no pude asistir, pero se puede faltar tres veces sin justificante y siete con justificante, si se rebasa el numero de faltas permitidas la cartilla del interesado se incinera junto con toda la demás documentación y se tiene que realizar el trámite nuevamente desde el principio.
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imagenes de apoyo: deviantart.com por: Lethalxr0se