Si hablamos de rol, hablamos de… Métodos de adivinación (cuarta parte)
Que onda hermanos roleros, esta es la penúltima entrega de estos artículos acerca de los métodos de adivinación utilizados antiguamente, aunque algunos siguen vigentes. Hoy tratará de las mancias de la “H” a la “N”.
Hipomancia: Adivinación que utilizaban los Celtas, los cuales sacaban sus pronósticos de los relinchos y movimiento de unos caballos blancos criados con todo esmero y veneración a expensas del pueblo. En unos bosques sagrados, se alimentaban los caballos en el templo de los dioses, y los hacían salir antes de declarar la guerra a sus enemigos, cuando el caballo empezaba a andar con la pata derecha era favorable, cuando lo hacía con la izquierda, era mal agüero y renunciaban a la batalla.
Hidromancia: Desde la antigüedad, se ha considerado al agua como un componente mágico, ideal para bendiciones o curaciones. Los balnearios de aguas termales, los lagos, ríos, estanques y fuentes siempre han estado rodeados de una fama especial por sus poderes positivos. Por ejemplo en gran parte de la Europa antigua se pensaba que los manantiales y sitios con agua estaban guardados por una ninfa o diosa, generalmente Bride (Santa Brigida para los cristianos), por tanto, es un elemento que tiene muchas veces presencia en los métodos de adivinación.
La hidromancia se trata así de la adivinación y descubrimiento de hechos misteriosos a través del agua, basándose en sus corrientes, color y flujo. El brillo del agua favorece la aparición de formas, siendo estas visiones muy subjetivas. El uso de la hidromancia esta bastante extendido desde las primeras civilizaciones; por ejemplo los hebreos ya la utilizaban para sus consultas adivinatorias. La mayoría de las sacerdotisas de los templos de las culturas más antiguas estaban dotadas para saber usar los poderes mágicos del agua para la adivinación a través del agua. Tras un baño ritual, se les trasladaba a un sitio de agua tranquila y allí, usando el agua como espejo, eran capaces de visualizar cosas que estaban ocurriendo aunque fuera a mucha distancia de donde se encontraban.
Antiguamente se tiraban tres piedras en un agua tranquila y se contaban las ondas que se producían. Si el numero salia impar, se interpretaba como algo positivo. De ahí se paso a observar el agua en un recipiente o tazón, y esto fue el precedente de la observación a través de la bola de cristal, ya que, al igual que en esta, aparecen figuras y formas. De todas formas, el método de tirar los guijarros no es el único dentro de la hidromancia, ya que hay muchos mas.
Desde tiempos remotos existen varios distintos, fundamentalmente practicados por los germanos, cuando se iba a las costas, se observaba atentamente el mar, siempre que no estuviera totalmente calmado, y se interpretaba el movimiento de las olas, su tamaño y agitación, fijándose especialmente en las figuras de la espuma, se valoraba de forma especial el color que ese día presentara el mar. Tras una invocación, en el agua aparecía escrito a la inversa el nombre de una persona o de un objeto sobre los que se preguntaba. Los germanos tambien inspeccionaban los torbellinos que se formaban en los golfos de los rios, y de ahi interpretaban los hechos futuros. Si un hombre sospechaba que su mujer le había sido infiel y que el hijo que ella esperaba no era suyo, una vez nacido el niño se arrojaba este al Rhin, y si lograba flotar se daba por hecho que era de él, si la criatura se iba hacia el fondo, se tomaba por bastardo.
También se puede llenar un vaso con agua y el hechicero o consultante cogía un hilo del cual colgaba un anillo suspendido, según el numero de veces que el anillo golpeaba el vaso, así se interpretaba la consulta. En fin, hay muchas mancias con respecto al a
gua, otra cosa interesante es que se llama hidratoscopia cuando se emplea agua de lluvia y pegomancia si se usa agua de manantial.
Ictiomancia: Mediante la ictiomancia se intentaba adivinar el futuro a través de la inspección de las vísceras y entrañas de los peces, y también según su forma de alimentarse. Se trata de un arte adivinatorio antiquísimo que ya se practicaba en antiguas civilizaciones como Grecia y Roma, por ejemplo, Plinio contaba que en Lisia y en Mina se intentaba adivinar el futuro a través de los pescados. Se tocaba una flauta tres veces para hacer que los peces se acercaran a Cirius, la fuente de Apolo, pero generalmente esto no era muy común, si finalmente estos animales se aproximaban, se consideraba un buen presagio si comían de inmediato la carne que se les ponía, y malo si decidían no comer y la rechazaban. Otra forma de ictiomancia era inspeccionar y analizar las vísceras y entrañas de los peces que se ofrecían en sacrificio. Por ejemplo, los oráculos de Hierapolis y Licia eran dos de los lugares donde se observaban y analizaban peces sagrados que exclusivamente se dedicaban a estos fines.
Kefalonomancia: Adivinación que se practicaba haciendo varias ceremonias sobre la cabeza de un asno, era muy familiar entre los Germanos y los Lombardos, posteriormente, sustituyeron al asno por una cabra, las practicas se hacían poniendo la cabeza de un asno, sobre carbones encendidos y recitando las plegarias, pronunciaban los nombres de aquellos de quienes sospechaban que habían cometido algún delito y observando el momento en que las mandíbulas del animal se chocaban, el nombre pronunciado en aquel instante, designaba el culpable.
Lecanomancia: Consiste en arrojar piedras preciosas al agua y escuchar los susurros que proceden del fondo, que gasto, han de tener mucho dinero.
Metoposcopia: Busca presagios en las arrugas del rostro. Por favor, no vallan corriendo a ver a su abuelita para tratar de adivinar su futuro, esta mancia es practicada por personas especializadas en este arte.
Miomancia:Adivinación por medio de las ratas o ratones, sacaban los siniestros presagios de sus chillidos o de su voracidad.
Miromancia: Lee el futuro observando cómo comen las hormigas.
Necromancia: Arte de evocar a los muertos personas y animales y de adivinar el futuro por la inspección de los cadáveres.
Los griegos la utilizaban y principalmente los Tesalienses, rociaban con sangre tibia un cadáver, y creían tener luego ciertas contestaciones sobre el futuro.
Los que consultaban debían haber hecho antes la expiación aconsejada por el mago que presidía la ceremonia y también había que apaciguar con algunos sacrificios las manos del difunto, quien sin estos preparativos se mantenía siempre sordo a todas las preguntas.
Los asirios y los judíos utilizaban también este proceso adivinatorio, los judíos mataban a los cabritos torciéndoles el cuello, luego le cortaban le la cabeza, la salaban y la embalsamaban, posteriormente grababan en una lamina de oro el nombre del espíritu maligno para quien habían hecho este sacrificio, colocaban la cabeza encima de la lamina, la rodeaban de cirios y la adornaban como a un ídolo y este les contestaba. Necromancia: del griego nekros, que significa “cadáver” y mancia, que significa “profecía”. Se trataba de invocar a los espíritus de los muertos, para la adivinación. La creencia era que los muertos, al haberse liberado de la vida en el plano terrestre, tenían acceso a datos sobre el presente y sobre el futuro, una información que estaba fuera del alcance de los vivos.
La necromancia aparece en la Biblia, se practicó en las antiguas Persia, Grecia y Roma, y vio renovada su popularidad en Europa durante el Renacimiento.
Algunos necrománticos intentaban resucitar cadáveres de verdad (algunos fueron acusados de querer enviar a esos cadáveres a atacar a los vivos), pero la mayoría se conformaban con convocar sólo al espíritu del muerto, celebrando rituales encima de su tumba, en los que pronunciaban encantamientos y dibujaban en el suelo palabras y símbolos mágicos. Muchas veces, el necromántico se rodeaba de cráneos y otras imágenes de la muerte, se vestía con ropas robadas a un cadáver y concentraba todos sus pensamientos en la muerte, mientras aguardaba a que apareciera el espíritu. Cualquier pequeña señal, por ejemplo, el temblor de la llama de una vela, se podía tomar como indicación de que el espíritu se encontraba presente. Entonces, el necromántico le hacía preguntas.
Aunque el propósito de la necromancia no siempre era el de hacer daño a alguien, en general se consideraba que el proceso de convocar a las almas de los muertos (y quizá molestarlos) era algo inmoral y despreciable, por lo que se ganó su puesto en la categoría de las artes oscuras.
En los juegos de rol, es muy común ver este arte, casi siempre te encuentras con algún muerto viviente producto de la necromancia. El despertar a los muertos o perturbar su ser de cualquier manera, es un arte prohibido que solo los malos manejan y que trae muchas consecuencias negativas.
También hay varios textos acerca de este arte, el más famoso de estos es el Necronomicon, un grimorio o libro mágico escrito por Howard Phillips Lovecaft, que recopila saberes arcanos y magia, y con el cual se pueden hacer hechizos, abrir portales a otras dimenciones y llamar a los demonios, pero de este libro dedicaremos otro articulo posteriormente.
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