Si hablamos de rol, hablamos de… Métodos de adivinación (última parte)
Que onda, aquí la última entrega de algunos de los más conocidos y curiosos métodos de adivinación.
Oculomancia: Adivinación examinando el modo de volver los ojos con el objeto de descubrir un ladrón, después de hacer ciertas practicas supersticiosas. De hecho, esta practica es utilizada por policías y psicólogos, pero no se le llama mancia, se puede saber cuando alguien está mintiendo, dependiendo de hacia que lugar dirige la mirada cuando contesta una pregunta.
Oenomancia: La oenomancia es el método adivinatorio en el que se usa vino de diferentes formas para predecir el futuro.
Desde la antigüedad, el vino ha estado considerado como un regalo de los dioses, que alegra el espíritu y es el mejor acompañante para los mas deliciosos manjares.
Va ligado a la religión, por ejemplo en el catolicismo, y forma parte de la cultura y de la historial mundial. Se cree que el primer vino procede de Mesopotamia, sobre el siglo XIV antes de Cristo, apareciendo posteriormente en la Biblia, también en El Coran, y, con el paso del tiempo, en obras fundamentales de la literatura universal, como El Cantar del Mio Cid o El Quijote.
En el siglo XII, el poeta persa Omar Jayan fue un gran elogioso de las virtudes del vino. Precisamente el pueblo persa fue el que mas se dedico a la oenomancia, aunque asimismo los romanos practicaron este método para vaticinar el futuro.
Se observaba la superficie de una copa de vino y se intentaba adivinar el futuro, bien tomando en cuenta su color, observándolo con detenimiento, y, por supuesto, bebiéndolo para así captar cada matiz, de estos detalles se interpretaban señales que tenían cualidades capaces de hablar del futuro inmediato.
Ofiomancia: Adivinación por medio de una serpiente, consiste en sacar predicciones de los diferentes movimientos que hace la serpiente, los que se dedicaban a ello, tenían tanta fe en esos presagios, que se alimentaban expresamente de serpientes para poder conocer el porvenir.
Oliomancia: Adivinación proporcionada por los aullidos de los perros. Así que ya saben, escuchen a su perro.
Onfalomancia: Hay quienes ven las manos, otros las arrugas de la cara, pero aquí se interpreta la forma y características del ombligo.
Onicomancia: Adivinación por la uñas, se hacía cogiendo un lápiz y se pintaban las uñas de un mancebo (persona joven) con él, posteriormente las ponía al Sol e imaginaba ver en ellas figuras, estas figuras le daban a conocer lo que deseaba saber. Se ponían también para este acto cera o aceite.
Oniromancia: Es la interpretación del mensaje de los sueños (del griego oneiros “sueños”) es uno de los sistemas más antiguos de adivinación. En épocas remotas se consideraba un trabajo de profesionales, que solían ser sacerdotes o sacerdotisas, o cualquier otra persona a la que se conociera como intérprete de sueños. Su misión era escuchar los sueños de la gente y explicar su significado, a veces ofreciendo después algún consejo sobre lo que el consultante debía hacer. Hoy en día hay muchas personas dedicadas a esto, también hay muchos libros con los significados de los sueños.
Onotomancia: Adivinación por medio de los nombres, los Pitagóricos suponían que los espíritus, las acciones y los sucesos del hombre, dependían de su nombre.
Ornitomancia: Adivinación sacada del canto, grito y vuelo de los pájaros.
Petchimancia: Adivinación por los cepillos, cuando a un vestido no se le puede quitar el polvo, es señal de que va a llover.
Piscomancia: Adivinación por medio de los espíritus.
Podomancia: En esta mancia, se rastrea el futuro leyendo las lineas de la planta del pie.
Quiromancia: El termino quiromancia proviene del griego quiro, mano y logia, ciencia, y forma parte de la quirologia, que se encarga del estudio de la morfologia de la mano, los dedos, las palmas, etc. La quiromancia lo que hace es analizar las lineas y montes de las manos y que relación tienen con la psicología de la persona dueña de esa mano. De origen incierto, por un lado se cree que este arte adivinatorio nació de la mano de determinados pueblos nómadas de los Balcanes, pero por otro que su origen esta en la India de hace mas de 3000 años. A partir de entonces, su estudio se fue expandiendo y ampliando por todo el mundo: China, Caldea,Persia, Egipto, etc. “Scienza della mano o sia chiromanzia”, es uno de los tratados sobre quiromancia mas antiguos y detallados, y pertenece a Serafín Spoccani (1711). Según la leyenda, el filósofo griego Aristóteles, que definía la mano como el “órgano principal” del cuerpo, enseñó quiromancia a su pupilo más famoso: Alejandro Magno. Se decía que Julio César se consideraba tan experto en el arte de descifrar las palmas que juzgaba a los hombres por el aspecto de sus manos.
Esta practica siguió desarrollándose y tuvo un gran auge entre los siglos XVIII y XIX, ejerciéndose fundamentalmente en Europa y haciendo que a partir de entonces la ciencia estuviera interesada en adentrarse en el tema mediante una serie de investigaciones sobre la anatomía y la morfologia de las manos. Una de estas conclusiones es que nuestras lineas de la mano no están ahí por capricho, pues se piensa que tiene mucho que ver con las lineas de nuestros parientes mas directos, como padres, abuelos y bisabuelos. Ya desde el vientre materno, alrededor del
sexto mes, el feto presenta completas las lineas de la palma, que empezaron a formarse unos dos o tres meses antes.
La práctica de la quiromancia llegó a su punto culminante a finales del siglo XIX gracias al conde Louis Hamon, su más famoso practicante. Con el nombre artístico de Cheiro, Hamon realizaba en Londres miles de lecturas anuales, utilizando un sistema que su madre irlandesa le había enseñado. Su acierto le valió una gran reputación, y acudían a él clientes tan importantes como los reyes Eduardo VII y Eduardo VIII de Inglaterra, el rey Leopoldo de Bélgica, el zar Nicolás II de Rusia, Thomas Edison, Mark Twain y Oscar Wilde.
En tiempos remotos, la quiromancia era, al igual que otros ritos de adivinación, uno pagano, y a sus practicantes se les acusaba de brujería y eran perseguidos y torturados por la Santa Inquisición. Actualmente, su practica esta muchas veces complementada con la lectura de las cartas del tarot y otras practicas esotéricas.
Rapdomancia: Una varita especial se toma en las manos para encontrar agua en el subsuelo, esto lo vemos mucho en las caricaturas, por lo general la varita tiene forma de Y, se toman dos extremos y dependiendo hacia que lado se incline el tercero, es donde hay agua.
Rasodomancia: Adivinación que se practicaba leyendo al azar algún poema y se tomaba el pasaje que se encontraba, como una predicción de lo que se debía saber. También, después de orar, se abre al azar un libro sagrado y se encuentra un mensaje en la primera línea que atrae la mirada.
Runas: Las runas fueron inventadas en Dinamarca o en Suecia, hacia el año 200 d. C. Las runas germánicas más antiguas eran muy rudimentarias y a menudo consistían en apenas unas líneas rectas combinadas de diferentes formas. Se usaban p
ara diversos propósitos que nada tenían que ver con la magia, como escribir cartas, dar instrucciones e identificar a los dueños de una propiedad.
Ya desde sus comienzos, sin embargo, se daba a las runas un significado mágico. Los vikingos y otros pueblos germánicos las usaban como instrumentos de adivinación, y talladas en las espadas los hacían invencibles en la batalla; las inscribían en amuletos de piedra para protegerse de las enfermedades y de la hechicería y las cincelaban en las lápidas para disuadir a los ladrones de tumbas.
La antigua práctica de utilizar runas para predecir el futuro experimentó un notable resurgimiento en el siglo pasado. Cuando los vikingos y los anglosajones usaban runas para la adivinación, empezaron a tallar símbolos rúnicos en finas tiras de madera procedente de ramas de árboles frutales. Estas tiras eran lanzadas al azar sobre un trapo blanco y limpio; luego el maestro de runas escogía tres (mientras miraba hacia el cielo para recibir la inspiración divina) e interpretaba su significado.
Taseomancia: O lectura de las hojas de té (del árabe tass “copa” y el griego manteia “adivinación”). La costumbre de predecir la fortuna examinando las hojas de té comenzó en China, probablemente durante el siglo VI. A mediados del siglo XVII, el consumo del té se había generalizado y los adivinos leían las hojas de té en gran parte de Europa.
Los conceptos en que se basa la lectura de las hojas de té no eran algo completamente nuevo para los europeos. Ya los antiguos romanos adivinaban el futuro interpretando el poso de una copa de vino, y los adivinos medievales habían estudiado las formas de la cera fundida, del plomo líquido y de otras sustancias. Pero el nuevo arte exigía saber cómo preparar una taza de té para su lectura, así como el dominio de los significados de docenas o centenares de imágenes que podían aparecer en el fondo.
Durante los siglos XVIII y XIX, folletos muy sencillos instruían a los curiosos en todos los aspectos de la taseomancia. La práctica se hizo muy común, no sólo en la trastienda de los adivinos, sino también en los salones elegantes.
Teomancia: Parte de la Cábala de los judíos que estudia los misterios de la “Divina Majestad” y busca los nombres sagrados, el que posee esta ciencia sabe el porvenir, manda en la naturaleza, tiene pleno poder sobre los Ángeles y los diablos y puede hacer milagros.
Tiromancia: Adivinación por medio del queso, se toma un poco de queso agusanado, y se coloca sobre un papel donde se han escrito los nombres de las personas que se sospeche hayan hecho algo malo, los gusanos se pondrán encima del nombre.
Uromancia: Se interpretan las burbujas que van tomando forma cuando se orina en un recipiente. Lo pueden practicar cuando vallan al baño, pongan mucha atención.
Por fin llegamos al final de este articulo sobre las mancias, no son todas las que existen, pero si las mas curiosas y conocidas, si sabes de alguna que no haya sido mencionada o quieres aportar a la gran biblioteca de Los Hijos del Rol que se está recopilando, comparte tu conocimiento y deja un comentario aquí o en el foro.
imagenes de apoyo: deviantart.com