Siddartha en Pasagüero
Para empezar esta reseña de Siddhartha en Pasagüero debo empezar por el principio de la historia que no es necesariamente el día del evento. Todo comienza un día antes cuando me dirigía con mi mujer a comprar los boletos.
En la calle oímos “Creep” de Radiohead, a lo que le comenté: ¿Por qué esta oda de algunas bandas a hacer música depresiva, en donde culpan al mundo de todo, donde nadie los comprende y se deprimen por no ser únicos?” De pronto surgió el tema Nirvana; sobre explotaron ese argumento toda su carrera. Al final llega a ser contradictorio ya que de lo que te quejas es lo que acabas siendo. Siendo fan de una banda, estas en busca de ser comprendido por los demás, sentirte parte única de algo. Hasta ahí quedo nuestra charla ya que llegamos a la caja de Pasagüero.
Mientas tanto, mi mente trata de recordar la otra parte de esa música, la que te hace sentir bien. Sé que en esta época la hay, pero por Dios, tengo una vecina teenager que pone sin fin rolas para cortarse las venas que de tanto hacerlo, tienden a ser empalagosas y repetitivas, lo que les quita el chiste. Entonces ¿Dónde está esa música que te pone de buenas? Mi sabia abuela dijo: cuando pidas algo, llegará. Así fue.
Por fin viernes. El día del evento, antes de irme a trabajar, le pedí a mi mujer canciones de Siddartha. Seré honesto, no lo conocía. Tengo la costumbre de, antes de asistir a cualquier presentación de alguien desconocido, escuchar la grabación para poder compararla con la propuesta en vivo. Ya con la música en el celular, me disponía a escucharlo pero debido a problemas con mi oído, decidí limpiarlo para poder usar los audífonos de chupón. Cual Hannah (la de Girls) metí de más el objeto que utilicé para limpiarme. Acabé por crear el odioso tinitus o sonido de gis, así que tuve que esperar a aterrizar en la oficina para oír a Siddhartha.
En cuanto llegué a la sucursal del banco en la que laboro prendí la lap. Poco a poco la música empezó a llenar la atmosfera bancaria; los riffs conjuntados con los beats te llevaban por esas liricas de Siddartha con una voz que inmediatamente te remonta a Cerati. De pronto me encontraba cantando sin que nada me importara porque si recuerda, querido lector, estaba en una oficina. La gente iba y venía pero no me importaba yo estaba en una burbuja de alegría que me proveía esta música, de pronto escucho “Domingo” y me encuentro con una identidad propia. Hasta que llega “Náufrago” es cuando me pregunto ¿Cómo sonara en vivo? Ya de noche en este nuevo Pasagüero (si no lo sabían acaba de tener una remodelación). Podemos decir que ha quedado muy acogedor con un poco más de mesas y una mejor colocación de las barras, dejó de tener aquella en medio del escenario para pasar a un lado lateral, permitiéndonos disfrutar cómodamente de Siddhartha.
Al tocar un cover de Soda Estero me di cuenta de que mi oído no metía en la referencia a Cerati. Esa misma atmosfera que logro para mi persona se hizo general. El público se entregó a esas letras llenas de romanticismo, que podría catalogar de con la palabra “bonito”, sin llegar a ser meloso o repetitivo, ya que conllevan un poco de locura propia de estos sentimientos de amor. Cosa que pude refrendar cuando frente a mi unos chicos con playera de Pumas y jugando a golpearse antes del concierto ahora se abrazaban para cantar, bridaban y más allá de todo, exploraban emociones. Dicen que la música calma a las bestias y esto sería desacertado con Siddhartha, creo que su música es más que nada un buen catalizador para dejar salir emociones, más que calmarlas. Uno de nuestros acompañantes nos apuntaba que a él le recordaba un poco a Babasónicos y creo encontramos similitud: un cantante con un timbre muy peculiar y representativo.
Ya en lo que cabe a lo técnico y el único granito en el arroz fue en las primeras canciones donde el sonido no nos dejaba disfrutar del todo de la voz, pero cosas que se arreglaron y no afectaron mucho el buen concierto de Siddhartha, el cual nos dijo que está trabajando en nuevo material. Espero pronto hablarles de ello. Como recomendación, éntrenle a Siddhartha y si quieren una noche relajada con su pareja no duden en poner a este hombre… quizás si gustan tomar un café mientras oyen algo y ven pasar a las personas, este es el tipo indicado.