Si hablamos de rol, hablamos de… Magia (primera parte)
Que onda rolectores, después de una larga ausencia a causa de las dificultades técnicas que el agua ocasionó, vuelve la sección cultural “Si hablamos de rol, hablamos de…”, y esta ves el tema a tratar es la magia.
La mayoría de las personas al escuchar la palabra “magia”, se imagina a una persona de frac, con sombrero de copa, guantes y una varita mágica, haciendo trucos con cartas y sacando conejos de su sombrero, pero esto es solo ilusionismo, la palabra magia significa más que eso.
Se piensa que la palabra magia, proviene del antiguo persa magush, de la raíz magh, que significa: ser capaz o tener poder. Es el arte por el cual se quiere producir resultados rompiendo las leyes de la naturaleza con ciertos actos, palabras o con ayuda de seres fantásticos.
Pero el término magia deriva del acadio magi, un elemento religioso incorporado por los magos de la antigua Babilonia. En la mayor parte de Europa y Asia antigua, la magia estaba relacionada con ritos de fertilidad, sanación y conocimiento del mundo espiritual, después considerado paganismo, así como la alquimia y la astrología que estuvieron relacionadas con la magia en la Europa medieval, consideradas por la Iglesia Católica como actividades ocultas demoníacas, lo que dio paso y auge a la Inquisición.
En todas las culturas, existen deidades a las que la persona practicante de algún tipo de magia dedica o dirige su fe para poder realizar y obtener dichos resultados, y por lo general esta persona es considerada la más sabia y es a la que acuden a pedir consejo, sanación o cualquier tipo de ayuda. De aquí se desprenden algunas sociedades en las que la magia es considerada religión.
Desde que el hombre tiene uso de razón, y la curiosidad lo obligó a buscar respuestas, aquellas que no podían ser contestadas eran atribuidas a fuerzas celestiales, constituyendo así la creencia en poderes superiores a los de los humanos. Dentro de estas sociedades, un grupo determinado (llámese chamanes, brujos, hechiceros, etc.) quiso demostrar que el humano es capaz de poseer estos poderes de origen divino, equiparándose así con los Dioses, por eso los sacerdotes siempre han tenido un lugar en el poder (si no es que el más alto), ya que ellos poseen el conocimiento.
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